Metodología de la Intervención Social en Trabajo Social - Edgar E. Cabrera Hernández

 

Metodología de la Intervención Social

en Trabajo Social. (Descargar)

Edgar Emanuel Cabrera Hernández

hedgar.cabrera@gmail.com

Lic. Edgar Emanuel Cabrera Hernández Licenciado en Trabajo Social, Trabajador Social en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Docente a nivel licenciatura de Trabajo Social, Coordinador de la Organización Internacional de Trabajo Social en CDMX, participante en eventos académicos y hojalatero social.

 

1.                 Introducción

2.                 Definiendo la Metodología y la  Intervención social

3.                 Epistemología de la intervención

4.                 Análisis de las necesidades y problemáticas sociales

5.                 Propuesta metodológica

 

Introducción

Este trabajo intenta recuperar algunas reflexiones de profesionales expertos y proponer métodos de intervención social, para el desarrollo de procesos prácticos, concebidos de manera tradicional como una actividad propia de  nuestro andamiaje social profesional.

Para entrar en materia, es necesario conocer el concepto de intervención; Dubost (1987) define a la intervención como la actividad de un tercero que media entre dos elementos,  esto nos lleva a identificar nuestra labor como vinculante en el proceso de intervención, sin embargo en el Diccionario de uso del español (Moliner, 1994:158), nos dice que intervenir es “participar, tomar parte. Actuar junto con otros en cierto asunto, acción o actividad”; y agrega que: “a veces implica oficiosidad y tiene el significado de entrometerse de “tomar cartas en un asunto”; y también, “intervenir un país en la política interior de otro”, llegando inclusive a ocuparlo. Otras veces significa “mediar”, con la intención de resolver desavenencias. Puede ser también la facultad de una persona con autoridad: por ejemplo, la intervención de un juez para solucionar un litigio. Estas dos definiciones llevan a la inquietante labor de descubrir lo importante que es nuestra participación como profesionales en el ejercicio de la vinculación con individuos, grupos y comunidades, participando del análisis de la realidad social, la cual se presenta cada vez más compleja para atender las necesidades y problemáticas sociales.

Entendiendo los conceptos y planteados desde una visión particular, todas y todos los individuos intervenimos de manera cotidiana, el contacto con otras personas nos lleva a diversos espacios de conocimiento, aprendizajes, experiencias y relaciones sociales que nos permiten vincularnos con la realidad social. El ver el noticiero por la mañana, el saludo a los vecinos y la discusión de temas de interés a la hora del almuerzo, forman parte de un contexto donde las personas interactúan, donde la relación con el otro se convierte en una forma de expresión. Lo metodológico de nuestra vida cotidiana es la realización de cualquier actividad desarrollada, esto implica la relación con el mundo exterior.  

 

Definiendo la Metodología

El estudio y conocimiento de la sociedad son objetos de revisión constante –o así tendría que ser- ya que por la particularidad en los cambios que se presentan en ella, son motivo de análisis. El proceso metodológico en la sociedad contemporánea marca un referente en la implementación de estrategias o modelos que proponen nuevas y reestructuradas formas de intervención.

La metodología se encamina a examinar, valorar, refutar o corroborar la eficacia de los métodos en los diversos campos del conocimiento. Si los métodos por cuanto a diseño y sentido no cumplen con su eficacia, significa que hay errores de concepción y contenido por cuanto a su sustentación. Implica, en este sentido, que tienen límites cognitivos y empíricos, lo cual impide que sean confiables para el trabajo de investigación. La evaluación de la metodología sobre los métodos comprende, entre otros elementos:

1. Su sustentación teórica y empírica.

2. El rigor y la calidad para generar conocimiento.

3. Su grado de coherencia o incoherencia.

4. La certeza de sus leyes, axiomas y teoremas.

5. El grado de correspondencia en que a través de los mismos se enlazan el pensamiento y la realidad, pasando de la totalidad de los fenómenos al análisis de los casos que se estudian, observan y analizan para formular los argumentos que son el producto final de la investigación.

6. El modo en que ordenan el trabajo experimental, heurístico y la contrastación de las hipótesis.

7. El modo en que el conocimiento producido supera con eficacia las pruebas y evidencias que se producen con el fin de sustentar el conocimiento fáctico.

 

Definiendo la Intervención Social

Es de importancia relevante el replantear la participación del Trabajo Social en los procesos de Intervención Social, si bien nos encontramos ante retos históricos y oportunidades de incidir en las prácticas de innovación, es un tema que debe configurarse desde una estructura, la cual permita hacer un vínculo con las problemáticas y necesidades en determinados contextos. Desde mi perspectiva y practica profesional, definiría a la Intervención Social, como la acción metodológica basada en las necesidades y problemáticas sociales, de individuos, grupos y comunidades, que mediante conocimientos teóricos y técnicas,  buscan el desarrollo de estrategias sistémicas vinculadas al profesional crítico, que incide en la realidad social.

En las ciencias sociales, encontramos definiciones que nos permiten vislumbrar una intervención desde diversas miradas, un ejemplo de esto son las siguientes definiciones, las cuales plantean un posicionamiento particular,  retomando elementos para la construcción y diseño de una postura particular; Alfredo Carballeda, quien define la intervención social como “un conjunto de dispositivos de asistencia y de seguros en función de mantener el orden o la cohesión de lo que denominamos sociedad” (2002:91). Estos dispositivos de asistencia son importantes para el vínculo que se tiene entre el Trabajador Social y sociedad, la visión que se presenta desde la profesión se sustenta en procesos de interacción socio-histórica, pero también en procedimientos innovadores, que se han establecido, a partir de ejercicios críticos de la realidad social y la sistematización de la práctica profesional.

Otra de las definiciones referentes para el estudio de la intervención social, es sin duda Nelia Tello, quien define a la Intervención Social como; “un proceso intencional, tiene un inicio y un fin, acontece en un punto dado del presente, pero tiene un pasado que constituyó a la situación problema en la que tiene lugar la acción y tiene un futuro en el que esa situación problema habrá sido modificada en relación a la tendencia que llevaba. La intervención es una acción racional que irrumpe, que se impone y rompe con el acontecer dado, lo modifica y hace la diferencia”.  Situándonos en los procesos de acción que como trabajadoras y trabajadores sociales realizamos, nos damos cuenta de la importancia de nuestra práctica cotidiana para la vinculación de procesos en la búsqueda del bienestar social, mediante técnicas que hemos perfeccionado con la constante practica que realizamos  de las cuales somos cada vez más expertos, sin embargo, es necesario construir desde los procesos de sistematización, algo en lo que sin duda, debemos incidir.

Por ultimo Javier Corvalán, se refiere a la intervención social como: “la acción organizada de un conjunto de individuos frente a problemáticas sociales no resueltas en la sociedad a partir de la dinámica de base de la misma. Esta dinámica de base […] es por un lado, el funcionamiento capitalista en torno al sistema de mercado que determina cualitativa y cuantitativamente la producción de bienes y servicios, y por otra parte, el derecho público y privado que regula tanto la apropiación legítima de tal producción por parte de los individuos como los conflictos de intereses entre los mismos” (1997:4) Corvalán, entonces aborda la intervención como proceso de capital, lo cual, según la teoría Marxista, no todo el mundo trabaja de la misma manera, ni se relaciona del mismo modo con las fuerzas productivas, esto nos lleva al análisis puntual y estudio específico de contextos, de realidades, pero también de las condiciones económicas, determinantes en el modo de vivir, sus intereses y su cultura.


Epistemología de la intervención

Para entender los elementos de la Intervención Social es necesario estudiarlos en su profundidad, hacer un análisis puntual de cada uno de ellos, de esta manera se cuenta con herramientas para un acercamiento profundo de los procesos a trabajar durante el desarrollo de los hechos observados, llevándonos a ejercicios de reflexión y evaluación de conocimiento.

Para Ignasi Brunet y Antoni Morell (2001), la epistemología es una reflexión sobre la producción de las disciplinas científicas y el conocimiento científico.

 

La epistemología como reflexión acerca de lo que las disciplinas científicas están produciendo, trata de evaluar la naturaleza y calidad de su conocimiento científico, la verdad o falsedad de sus teorías o cómo proveen de explicaciones adecuadas o cuál es la estructura formal y conceptual de sus teorías o qué relación debe darse entre la explicación y la predicción de un fenómeno. Además de plantear el problema de la elección entre diversos métodos y, cómo no, interrogarse acerca de la naturaleza de las regularidades y leyes científicas (p. 32). Una de las virtudes del Trabajador Social, es, sin duda, la observación, que invite a procesos de reflexión críticos de las realidades sociales, teniendo como principales factores de producción de conocimiento elementos mayéuticas para la construcción de forma y fondo de las necesidades sentidas de la sociedad, así como la participación en actividades de impulso al bienestar social de la población.

"Hoy la cuestión epistemológica (tan poco frecuentada por los profesionales que han optado por un Trabajo Social tecnológico), es un campo promisorio, abierto a la trama de las relaciones sociales. Cada vez que nos planteamos interrogantes acerca de las características del objeto o de los hechos que se analizan, acerca de cómo aprehenderlos y transformarlos o realizar una lectura crítica de determinados aspectos de la realidad, estamos haciendo reflexión epistemológica. El acto de pensar sobre nuestra propia actividad tiene, entre sus objetivos, aclarar qué paradigmas están presentes en la producción de los conocimientos de nuestra profesión". (Kisnerman, En: Toledo, 2004). Se deben tomar en cuenta diversos factores para el repensar social, las individuos cada vez más complejos, los contextos donde se desarrollan, la vinculación de posturas socioculturales y la discriminación de ideas que a nuestra visión subjetiva puedan ser de aporte amplio en la necesidad de generar nuevos paradigmas que nos lleven a la reflexión constante de fenómenos.  

Lo anterior me lleva a reflexionar sobre procesos fundamentales en la vinculación con las necesidades y problemáticas sociales, analizar la realidad desde una mirada crítica de nuestra participación en la propuesta metodología de alternativas desde nuestra disciplina.

En el siguiente esquema me permito explicar de manera específica el ciclo de dichos elementos

 

*Esquema 1. Elaboración propia

 

Como primer momento dentro de esta relación cíclica hago referencia al Trabajo Social, del cual aún se siguen generando debates sobre su papel actual en la sociedad, incluso desde la formación académica encontramos diversas posturas las cuales se van reproduciendo de tal forma que el pensamiento crítico en ocasiones queda de lado, anteponiéndose con definiciones clásicas, que fueron importantes en su momento y nos permitieron construir desde lo histórico, pero que también tienen que modificarse, puesto que la realidad social es cambiante, ante esto me permito referir a dos autores contemporáneos referentes en la construcción del Trabajo Social crítico, el primero de ellos es Alfredo Carballeda, quien menciona que “el Trabajo Social es una disciplina del campo de las Ciencias Sociales, como tal, utiliza aportes teóricos de éstas y aporta desde diferentes modalidades a la construcción de conocimiento de éstas; por un lado desde la Investigación de las temáticas que aborda, por otro, a partir de la Investigación acerca de sus procedimientos de intervención social y también desde el desarrollo de la intervención disciplinar”. Esta postura nos abre el panorama a la intervención desde los propios núcleos de las problemáticas individuales, para después, modificarse con respecto a las relaciones que mantiene con un macro sistema, que se compone de diversas interacciones sociales y desde diversos contextos, lo cual permitirá que la actitud individual se modifique de acuerdo a sus principios culturales y de identidad.

El segundo referente que mencionaba es Carlos Montaño, quien desde su pensamiento, nos muestra la naturaleza de los individuos, basada en las acciones sociales, pero que también es impórtate considerar que hay una necesidad de opiniones que deben ser tomadas en cuanta para hacer crecer la profesión. Debido a que existen diferentes perspectivas, es conveniente realizar una convivencia polémica cobre el análisis de estas con el fin de explicar sus valores, proyectos sociales o profesionales entre otros, de esta forma podemos entender la realidad social y con ello enriquecer las perspectivas teóricas metodológicas puesto que hay una realidad objetiva dentro de la subjetividad de cada una de ellas, también analiza la visión histórica critica, donde menciona la importancia en entender a los diferentes actores sociales y analizarlos mediante al contexto donde se encuentra inmerso, pero también en los que es participe. 

Es así, con estas referencias que nos ayudan a entender la relación del Trabajo Social en la contemporaneidad y de esta forma vincular los procesos de los que somos participes como investigadores sociales, pero también con una participación en la misma sociedad. Es aquí donde se genera el enlace con el siguiente punto, no olvidando que en el inter del proceso se encuentra establecida la investigación como parte elemental para el conocimiento histórico-social de los individuos, esto nos permitirá generar diagnósticos especialmente diseñados en la atención de los usuarios con base a sus historias de vida, sin duda es un reto importante para la concepción de nuevos paradigmas que nos permitan estudiar las realidades sociales especificas desde la mirada crítica y vinculante con los acontecimientos sociales que nos atañen como sociedad.

Como segundo momento en la relación de vinculación del esquema antes referido, considero al Sujeto de Intervención, a su construcción dentro de lo social y a diversos elementos importantes para el análisis de sus realidades, si retrocedemos a 1980, después de la reconceptualización se modifica la visión sobre el objetivo central del Trabajo Social, el sujeto: quien realiza labores asistenciales, proponiendo y resolviendo situaciones sociales, tal como lo menciona Hamilton. “Sin el todo no podemos comprender las partes y tampoco podemos  comprender el todo sin partes” entregando al mundo el concepto de “Persona en la situación” aplicando la mirada en tres ámbitos: la persona, la situación y sobre todo la interacción entre la persona y su situación con la participación activa del cliente pero a la vez entregando a los profesionales del trabajo social las pautas de ayuda para el  trabajo de casos” Después de conocer las premisas que se contemplan para el análisis del estudio social, es importante reconocer que el sujeto pasa a ser el todo, pero nunca deja de ser la parte de otro todo, de esta manera, el sujeto nunca deja de pertenecer, desde el primer nivel a sus raíces socio-históricas y como parte de las mismas en un grupo. Abordando la vinculación sistémica de la propuesta de Hamilton reafirmamos que las concepciones sociales son parte del individuo, pero también del entorno en el que se desarrolla de manera biopsicosocial.  Es por ello la importancia que juega el actor social en la búsqueda del bienestar social.

Kisnerman establece una mirada distinta respecto al sujeto: “Nosotros  hemos rechazado siempre esta denominación de cliente ya que implica una relación comercial. Preferimos  hablar  de sujetos, actores sociales capaces de ser protagonistas en la modificación de las situaciones, en las relaciones que establecen”. Actualmente el sujeto del Trabajo Social es el ente investigador, que interviene y transforma realidades

Como último momento, identificamos la Realidad Social, es importante mencionar que para el abordaje es necesario centrarnos en los procesos históricos de los individuos, así como en los contestos donde se desenvuelve, de igual manera conocer algunas posturas desde la idea objetiva y subjetiva del mundo, ya que mediante pensamientos críticos se abre una abanico de posibilidades al estudio de las comunidades como objetos de intervención.

Para Schütz (1977), la realidad social representa el mundo de objetos culturales e instituciones sociales en el que todos hemos nacido, dentro del cual debemos movernos y con el que tenemos que entendernos, argumento válido para señalar que la realidad social determina como las personas hacen su propia vida, como también viven la experiencia de ser aceptadas o rechazadas por los demás miembros de la sociedad, es decir desde la cotidianidad. Desde este supuesto, la realidad se forma desde que somos pequeños, puede evolucionar, pero eso también dependerá del mismo contexto, algo irónico sin duda, pero que nos deja con una pregunta ¿Cómo se modifica la realidad social de los individuos?

Weber citado por Osorio (2001) señala que solo una parte de la realidad social constituye el objeto de la investigación científica, esa parte es la que debe ser la única esencia que merece ser conocida. Sin embargo me parece importante conocer los elementos integrales de las realidades, es decir, estudiar la complejidad de sus factores, para incidir en las realidades de los individuos.

  

Análisis de las necesidades sociales

Para analizar a la sociedad de manera integral, un punto fundamental para hacerlo es identificando sus necesidades, sin embargo podría ser muy subjetivo la definición de cada una de ellas en diversos contextos, es por eso que revisaremos la teoría de Maslow y Doyal y Gough (1994) Para entenderlo mejor, desde una conceptualización general, hasta el desarrollo de las propuestas de acción con referencia a las mismas teorías.

Para comenzar, conoceremos de manera breve lo propuesto por Maslow en los años 70, una teoría basada en las necesidades, que jerarquiza las mismas desde un orden importante para el desarrollo de vida de los individuos, así como también intenta explicar los elementos que motivan a la conducta humana. Según la propuesta de Maslow, identifica algunas características específicas de dicho tema, enseguida abordare tres de las más importantes de necesidades que ha sido un referente para el análisis social de las antes mencionadas

 

  • Las necesidades son elementos inherentes a la propia especie humana. En potencia todo tipo de necesidades están presentes en los humanos. Llegar a ser “más persona” depende de la posibilidad de satisfacer las necesidades de los niveles más elevados. Con esto rompemos la idea de que solamente las comunidades menos favorecidas son las que presentan mayor necesidad, desde luego que con esto no desvinculo las necesidades de estas, sin embargo, para el estudio de la comunidad, es importante identificar las necesidades específicas de cada una de ellas, para estructurar las técnicas y estrategias para una mejor intervención.

 

  • Las necesidades representan valores últimos: constituyen un marco de metas y valores que explican y condicionan toda una serie de deseos y de conductas de las personas. De acuerdo a esta premisa, se identifica que las necesidades tiene un vínculo con las historias de vida, es decir, se pueden heredar de generación en generación, esto dependerá quizá de la adaptación al medio de cada individuo o el arraigo familiar o cultural que se tenga, en el sentido de pertenencia.

 

  • Las necesidades humanas nunca se agotan, no se satisfacen completamente. Los seres humanos siempre permanecen en un estado de carencia relativa. Se entiende que la necesidad es cíclica, que incluso cubriendo alguna necesidad, vendrá otra que juegue el papel de una necesidad central, esto depende en gran medida de que los individuos y la sociedad cambian constantemente, no son estáticos, se mantienen en un ciclo cambiante de la realidad social.

 Para Doyal y Gough la identificación de las necesidades son concebidas como objetivos universalizables, no como motivaciones o impulsos, rechazan las concepciones naturalistas, relativistas y culturalistas de las necesidades. Afirman que las necesidades no pueden ser reducidas a deseos y preferencias regulados por el mercado.

Estos autores afirman la existencia de dos tipos de necesidades; las básicas y las intermedias, las primeras son que cubren las condiciones previas universalizables para la participación social y la persecución de fines propios, a saber: salud física y autonomía personal. Y las intermedias que son aquellas cuya superación mejora las condiciones básicas, por tanto se vertebrarán en torno a ellas. Aunque son más específicas, también son universales y transculturales y para satisfacerlas se utilizan medios o satisfactores concretos que ya sí están condicionados culturalmente y no son universales, como la alimentación adecuada.

 Ante la premisa de que las necesidades son históricas y socialmente construidas, pero también universales. Frente a la idea de que cada sociedad tiene sus propias necesidades, cambiantes en función de su estructura y organización social nos adentramos al análisis de la percepción de la propia sociedad, incluyendo los derechos sociales para cubrir esas necesidades, las estructuras de los estados para atacar y erradicar problemáticas básicas para un bienestar favorable, no obstante se necesita la intervención de los profesionales para identificar, estudiar y analizar desde una postura crítica los tópicos sociales de las necesidades sociales.

 

Propuesta de Intervención

La intervención es parte elemental de un proceso practico, que se desarrolla desde la expertiz, visión y propuesta social de los profesionistas, el Trabajo Social en la participación de este proceso, juega un papel fundamental en la construcción de estrategias para la búsqueda de un bienestar social favorable en las condiciones de vida de los actores sociales y su entorno, diseñando e implementando políticas pensadas, desde las necesidades. Si bien ya hemos analizado algunos conceptos teóricos de lo antes mencionado, recordemos que las sociedades son cambiantes en todo momento, razón por la cual, las individuos, los grupos y las comunidades, son cada vez más complejos, entendiendo dicha complejidad me permitiré compartir dos propuestas que tratan de explicar de una manera más clara la Intervención Social y sus variantes.

Como primer punto explicare el proceso metodológico de la intervención social, entendido como una serie de pasos, los cuales determinaran, en gran medida, el éxito del paso siguiente, enseguida se muestra un esquema de elaboración propia.

 

 

*Esquema 2. Elaboración propia

Este esquema se compone de siete elementos necesarios e indispensables para la construcción metodológica de la Intervención Social, enseguida me detendré en una descripción breve del rol que desempeñan cada uno de estos:

 

  1.             Investigación

Las reflexiones acerca del proceso de investigación en ciencias sociales pretenden facilitar la comprensión sobre el proceso que se requiere para elaborar el proyecto de investigación bajo la comprensión de varios momentos identificados por algunos investigadores, como son el epistémico, el teórico, el metodológico y el de comunicación (Bonilla, Hurtado & Jaramillo, 2009). En este caso en el proceso metodológico es elemental contar con la técnica observacional desde el Trabajo Social, como lo es la entrevista, visitas de campo e interacción con los sujetos motivos de acción para la concepción de la totalidad de la situación problema a analizar.

 

Si bien desde el punto de vista metodológico, y sólo buscando una mejor comprensión como objeto de estudio, el proceso de investigación implica actividades de diferente género y clase que dan la sensación de pasos jerárquicos lineales, aquellos que estamos familiarizados con su utilización cada día nos convencemos de que su orden y organización responde a niveles sistémicos cuya estructura atiende a una construcción que, aunque supone pasos en el desarrollo de las actividades, por ser inacabadas pueden retomarse en cualquier momento hasta la culminación de la investigación (Abello, 2008b; Briones, 1982, 1998a y 1998e).

 

 

  1. Diagnostico social

El diagnóstico social es un elemento fundamental en el proceso metodológico del Trabajo Social, pues las intervenciones y los resultados dependen de una adecuada interpretación y definición conceptual de las causas de las necesidades sociales. Es necesario establecer una apropiada conceptualización teórica y metodológica que permita consensuar procedimientos, herramientas y conceptos del diagnóstico social en Trabajo Social (Escartín, Palomar y Suárez, 1997).

 

Según Colomer (1979), se expresa el juicio sintético e interpretativo que hace el trabajador social de la situación estructural o personal, con miras a señalar las causas de los problemas o conflictos a fin de establecer posibles hipótesis de trabajo o de intervención profesional

 

  1. Plan de Acción

Toda acción necesita ser analizada y planificada, con base al diagnóstico que se haya realizado, eh aquí la importancia de un diagnostico bien fundamentado y específico para el estudio crítico de la realidad a la que se enfrentan los usuarios a intervenir. La planificación se puede entender de dos maneras; por un lado implica la coordinación entre distintos planes de diversos organismos, superando el aislamiento. Por otro lado se identifica con la división de un plan en programas y proyectos.

 

Un plan de acción debe ser Flexible para la implementación. Abierto a las diversas alternativas de acción. Descentralizado, donde todas y todos los miembros de cierto contexto tengan acceso.  Participativo, que incluya a los actores sociales para mejores resultados en las acciones planeadas. Autogestionado, es decir, que se implementado, analizado, desarrollado y evaluado desde el núcleo donde se desarrollan dichas intervenciones y por último el interdisciplinario, entendido que se requieren de más expertos profesionales en otros rubros para lograr una sinergia en torno a la ejecución de dichas acciones. Estas características se vincularan con los tres niveles de planificación:

 

1. General: Engloba todo el conjunto de actividades que tendrán lugar en un proceso de desarrollo a lo largo de un periodo de tiempo determinado.

2. Planificación específica: Hace referencia al conjunto de proyectos que están relacionados entre sí. Aumenta el nivel de concreción.

3. Planificación concreta: Son las actividades concretas y específicas que son necesarias para llevar adelante un determinado proyecto.

 

  1. Gestión         

Es una forma de acción del trabajo profesional del Trabajador Social donde se promueve el desarrollo social en busca del bienestar social de los individuos, grupos y comunidades. Sin embargo es el enlace entre la comunidad y las estrategas de intervención, regularmente las instituciones. Sin embargo, en Ramírez 2016, lo define como Acción integral, entendida como un proceso de trabajo y organización en el que se coordinan diferentes miradas, perspectivas y esfuerzos, para avanzar eficazmente hacia objetivos asumidos institucionalmente y que desearíamos que fueran adoptados de manera participativa y democrática. (Villamayor y Lamas, 1998 como se cita en Ramírez 2016, p. 236)

 

Aunado a la definición anteriormente señalada, nos encontramos entonces en la idea clara de que es necesaria una intervención en diversos niveles y estrategias para desarrollarlos. Ramirez 2016, propone cuatro campos del conocimiento en referencia con la Gestion.

 

1.      El desarrollo disciplinar del Trabajo Social que cuestiona la realidad social desde bases epistémicas, siendo concordante con lo planteado por Martín Estalayo y Nogués Saéz, quienes esbozan que esta mirada impregna la epistemología del Trabajo Social.

2.      El espacio vinculado al desarrollo humano y políticas sociales, enlazado con la consecución de bienestar a través del diseño de políticas sociales.

3.      La academia, que plantea a la gestión en el territorio y las redes organizacionales, con el fin de mermar las complejidades que implica la imposición de modelos neoliberales.

4.      La gestión se asocia a la planificación, administración y gerencia que genera profundas transformaciones en espacios laborales, “involucra un cambio en el modo en que pensamos, actuamos, sentimos; en suma, un cambio en la forma de ser de los individuos y de las organizaciones”

 

  1. Evaluación

Al igual que los puntos anteriores, es de gran importancia analizar, conocer y atender los procesos en el desarrollo metodológico de la intervención, la evaluación, entonces, se convierte en este elemento valorativo, el cual es fundamental para la continuidad del proyecto.

 

Daniel L. Stufflebeam define la evaluación como “... el proceso de identificar, obtener y proporcionar información útil y descriptiva sobre el valor y el mérito de las metas; la planificación, la realización y el impacto de un objeto determinado, con el fin de servir de guía para la toma de decisiones; solucionar los problemas de responsabilidad y promover la comprensión de los fenómenos implicados. Así, los aspectos claves del objeto que deben valorarse incluyen sus metas, su planificación, su realización y su impacto”. Asumiendo lo anterior, debemos considerar que la evaluación debe estar inmersa en diversas etapas del proceso de intervención, enseguida conoceremos tres tipos y momentos de evaluación, ex-ante, durante, ex-post.

 

La evaluación ex-ante es previa a la implementación del proyecto. La misma consiste en la definición de criterios racionales y en la recopilación de la información necesaria para poder decidir sobre la conveniencia de poner en marcha el proyecto. Este tipo de evaluación se sirve tanto del modelo «costo-beneficio» como del «costo-eficiencia», dependiendo de la naturaleza del proyecto (el primero es para los económicos y el segundo para los programas sociales).

 

La evaluación de proceso o media se lleva a cabo durante su puesta en práctica. El objetivo del mismo es medir la eficiencia operacional y poder reprogramar a tiempo según los resultados obtenidos. Sin embargo, el aspecto negativo de este tipo de evaluación es que requiere muchos recursos para poder modificar el proyecto inicial.

 

La ex-post es la evaluación más utilizada y desarrollada. Con la misma se busca medir el grado de cumplimiento de las metas propuestas, determinar los aspectos positivos y negativos de la implementación del proyecto, identificar las mejores prácticas y formular recomendaciones para una futura réplica de la experiencia.

 

  1. Sistematización

Hablar de sistematización en el Trabajo Social es uno de los dilemas gremiales más discutidos en la actualidad, debido a que en el desarrollo practico de la disciplina, se encuentran algunos sesgos para plasmar nuestra intervención profesional.

 

Para Jara (2008), la sistematización es conceptualizada como … aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido en ellas: los diversos factores que intervinieron, cómo se relacionaron entre sí y por qué lo hicieron de ese modo. Acota la perspectiva transformadora y la visión de futuro del quehacer profesional, construyendo y reconstruyendo la realidad como conocimiento significativo, a través de una interpretación crítica de la experiencia; previo a ello, es importante ordenar y dar sentido lógico al proceso vivido, es decir, diseñando metodológicamente las etapas y los momentos más importantes de la experiencia práctica, tomando en cuenta la relación de los factores que intervienen y su apropiación en las experiencias y comprenderlas teóricamente.

 

La Sistematización de Experiencias produce conocimientos y aprendizajes significativos que posibilitan apropiarse de los sentidos de las experiencias, comprenderlas teóricamente y orientarlas hacia el futuro con una perspectiva transformadora.

 

Después de lo antes mencionado y conociendo más a profundidad lo que las sistematización aporta a los procesos de intervención, se presentan varias interrogantes que me parece conveniente convertirlas en reflexiones de nuestra labor profesional. Esas interrogantes (las cuales sería interesante contestar) son las siguientes: ¿Por qué no se sistematiza? ¿No se ha desarrollado un pensamiento crítico de la profesión? ¿Es un problema la institucionalización del Trabajo Social? ¿Es necesario modificar los planes de estudio?

 

 

  1. Acción social

Weber reconoce la relevancia que asume la figura del experto, en las organizaciones burocráticas (representada por los profesionales que ejercen su oficio en contextos institucionales específicos), ya que ellas representan la legitimidad de la dominación legal racional, que acompaña la racionalidad económica del mundo y por tanto el fortalecimiento del sistema económico capitalista. (Weber. 1994).

 

Desde el propio quehacer profesional se incide en la implementación de diversas estrategias, vinculadas con la gestión social, siempre acompañadas de la participación de las comunidades, ya que no hay nadie que conozca mejor la comunidad que los mismos miembros de ella, estos elementos en conjunto con la experiencia profesional harán que los proyectos se encuentren aun más cerca de cumplir las expectativas y proporcione lo que se busca para el bienestar social.

 


*Esquema 3. Elaboración propia 

Este último esquema, muestra una visión general de lo que se aborda en el artículo, como primera línea es basada en un modelo sistémico que se especializa en estudiar las partes como uno todo y viceversa, donde los individuos, grupos y comunidades son los principales actores en la búsqueda del bienestar, sin embargo, la intervención del Trabajador Social es de suma importancia para el entendimiento de la realidad social y los procesos de intervención, tomando, a partir de las necesidades y problemáticas de las comunidades un análisis objetivo (que termina en ocasiones por no serlo). Sirva entonces, este artículo para reflexionar sobre nuestra labor profesional en el ámbito de la intervención, pero que también deje un precedente para la construcción de nuevos conocimientos y el desarrollo de un Trabajo Social crítico, que nos permita ver más allá de lo elemental….

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

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-http://www.bibliotecavirtual.info/wp-content/uploads/2013/08/Orientaciones_teoricopracticas_para_sistematizar_experiencias.pdf, con fecha de revisión 01/08/2020.

 

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